martes, 21 de noviembre de 2006

Escribi un libro, tuve dos hijos, y sigo sin plantar el árbol.

Hola, me presento, soy Ricardo Lopez Rende. Nunca fui a un cafe a filosofar barato, a intentar arreglar el mundo y no poder con el mio, a dejar volar la imaginación mas alla de los posible.... Para mi, "cafe la humead" siempre fue un tango y nada mas. (Aunque mi viejo solia ir a tomar su cafecito en sus enegrecidas mesas y humedas paredes...). No digo que no lo he hecho en reunion de amigos, en casa, en vacaciones, etc. etc. Pero el clima, supongo, no es el mismo que el que se crea en un bar. Una asignatura pendiente que como todo buen argentino tendria que haber rendido.
Ahora me encuentro con estos blog. Una especie de cafe virtual para filosofar virtualmente. Lindo invento de la tecnologia que nos permite llegar a cualquier persona en todo el mundo, claro, si esa persona nos encuentra. Y tal vez esto lo haga mas interesante... la incertidumbre si alguien nos leerá, alguien rechazará la imbecilidades que escribimos, o aprobará nuestras relativas verdades...
Por eso me decidi, y aqui estoy, humanidad!.
Mi primer tema es el del titulo. ¿Es que siempre nos falta algo en la vida?. Aunque no lo crean, tal vez lo mas sencillo no lo hice. Nunca plante nada!. Mi esposa me lo reprocha y esta bien que lo haga. Pero, no entiende, que no lo hago porque tengo miedo. Pánico diria yo. Es que acaso no es dable pensar que si completo el triangulo, éste se convertirá en el triángulo de las bermudas y desapareceré?. Es que a veces creo que es el final de las personas competar el tripode!. ¿Una locura? Tal vez, pero para eso estamos aqui, filosofando economicamente (por no decir barato), y para vertir nuestros sentimientos, nuestras dudas, nuestros temores.
¿Y si planto el árbol y adios?. Chau, spicho, adío, senotevedopiufelichemorte...Eso es. Tengo miedo de partir para siempre si compelto el circulo. ¿Será una especie de círculo mágico que en lugar de protegernos nos manda a ver la luz de Victor Sueiro.?
Por eso me planté che!. Ya escribí el libro (Saya, una historia de otro mundo) con mi esposa procreamos dos hijos maravillosos (Virgina y Federico) !como padre no voy a decir otra cosa de mis hijos!, pero ni loco pienso plantar el árbol. Por las dudas sabe.
Aqui me planto! (pero yo, no el árbol). En la proxima tengo ganas de hablar de extraterrestres o de politica... Bah.. capaz que es lo mismo!.
Los quiero!
Ricardo

2 comentarios:

Unknown dijo...

Yo escribí un libro y planté un arbol antes de cumplir los 12 años. Ahora, 12 años despues, si llego a plantar a tu hija en alguna esquina de un café de Buenos Aires... katapuffff, veo la luz de Sueiro :)

Unknown dijo...

EL ADENTRO Y EL AFUERA.

Yo creo que si uno completa un círculo (como el arbol-hijos-libro)se muere. Posta. No creo que fisicamente, pero al menos, algo se muere adentro, para siempre.
Ya que estamos, hablemos del adentro y el afuera. Cuando era chica el mundo interior me parecía lo más normal. Pero nadie me dijo que existía. No es algo que se enseñe en las escuelas, ni siquiera en la Iglesia, salvo cuando las abuelas o los padres nos decían que Dios estaba en el corazón. Yo recuerdo que me imaginaba un corazón que tenía una puerta donde estaba Dios sentado. Obviamente, Dios era un ser de carne y hueso que vivía adentro de mi corazón con puerta, y creo que también tenía ventana.
Nuestra cultura occidental no da importancia al mundo interno, pero si al externo. La oriental es exactamente al revés. Obviamente cada una tiene un pedacito de la verdad.
La new age ha invadido nuestra cultura diciéndonos que somos unos materialistas desconsiderados (vivimos mirando hacia fuera) y que tenemos que retornar al mundo interno de la espiritualidad (es decir, mirar hacia adentro), sino la tierra va a ser destruida por algún meteorito, invasión extraterrestre o tercer guerra mundial. Desde mi filosofía pisciana puedo decir que no hay división entre el adentro y el afuera, y como dice mi médico Pablo Lago, dividimos las cosas solo para entenderlas. Mi teoría sería la siguiente: Todo lo que vemos afuera nuestro, alguna vez estuvo adentro, de forma invisible. Como el mundo de las ideas de Platón. Como el universo antes de nacer. Cuando nuestras energías entran en el mundo del tiempo, de la materia (el afuera) hay un destino que cumplir, como el círculo arbol-hijos-libro que tiene miedo de cumplir mi papá. Y el miedo es correcto, puesto que el destino forma parte de todo lo que a uno le falta incorporar para poder Ser otra cosa. Y Ser otra cosa implica que algo tiene que morirse. Así como el universo se expande a través de eso que llamamos tiempo, los seres humanos también. Pasa el tiempo y las circunstancias de afuera nos expanden, nos hacen crecer. Entonces completamos círculos internos, donde hay muerte de algo y nacimiento de otra cosa. Y también hemos de completar algún día el ciclo físico nacimiento- muerte. De esta última no zafamos.
Durante varios años fui una chica “re espiritual”. Estuve parada en la mirada de Oriente.
Pero no tuve la mejor idea que estudiar abogacía, una carrera bien materialista y estoy descubriendo que el mundo de lo material es tan increíble y misterioso como el interno. También me puse de novia, pero para no traicionar mi espiritualidad, me elegí a un chico que de niño fue casi un Gurú.
Como dice un buen colega mío, para estar en la zarazasa de lo espiritual, es porque alguien alimenta nuestra panza por nosotros. Bueh… tampoco para tanto. Creo que uno debe alimentarse su propia panza (no vivir de los padres hasta los 25 años, por ejemplo, jaja!!) y además incursionar en el espíritu todo lo que sea necesario.
Para finalizar, y tratando de unir a Platón y a Aristóteles, cierro con una frase del amigo George Gurdjieff que decía que no hay división entre espíritu y materia, que todo es materia, porque el espíritu es materia sutil.
A mis padres, gracias por alimentar mi panza y haberme permitido incursionar en mi mundo interior. Fue necesario, para lanzarme sin miedo a la jungla del planeta tierra. Ojalá hayan tenido la misma suerte!!