miércoles, 28 de noviembre de 2007

Bariloche ¿Ciudad tecnológica?

Hace algunas semanas, los medios locales publicaron la reflexión de un vecino barilochense, en donde entre las muchas criticas que le hacia el estado actual de la ciudad, deslizó una idea que realmente me entusiasmó y se me ocurrió que merecería ser materia de investigación o, como mínimo, preguntarse porque sucede lo que sucede y que el vecino, devenido en periodista ocasional, planteó en su inteligente carta.
El tema es que Bariloche, es una de las pocas ciudades de la Argentina que cuenta entre sus empresas y organismos, a los más altos exponentes de la tecnología nacional y por supuesto a la cabeza de las más importantes del mundo.
Nombro a las mas reconocidas, (que todos conocemos, pero que merecen ser señaladas): INVAP S.E, Centro Atómico Bariloche (CAB), Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Comisión Nacional de Actividades Aeroespaciales (CONAE), Instituto Balseiro, Universidad del Comahue, Universidad Fasta, y una importante cantidad de empresas de tecnología aplicada que nutren fundamentalmente al INVAP, como los son los autopartistas a las terminales automotrices, si se me permite la comparación. Como vemos, excepto la Universidad Fasta y los demás centros educativos privados existentes en nuestra ciudad, todos los organismos aludidos son propiedad del Estado, ya sea Nacional o Provincial. Es decir, nuestros.
Esto hace que por nuestras destruidas calles, circulen –como pueden, claro- un conjunto muy importante de científicos, técnicos calificados, desarrolladores tecnológicos (teóricos y aplicados) que realmente deben ser la envidia de mas de una ciudad similar en población y características a la nuestra.
Pero claro, a veces, como tanta materia gris junta resulta que pertenece a nuestros vecinos, no la “vemos”. Tal vez sea una actitud que responda a la fatídica mentalidad que se pregunta “¿Cómo va a ser inteligente si yo lo conozco y vive a lado de casa…?” En fin.
Habiendo tanta mano de obra y cerebros calificados a nuestra alcance, es difícil de entender como, por ejemplo y como bien planteaba el ignoto vecino, Bariloche no puede resolver el problema del semáforo de Gallardo y Onelli.(!!!???) para que vuelva a funcionar y sincronizar al resto. Solo por mencionar un problema menor (aunque no tanto en función de los vehículos y usuarios que hora a hora tratan de cruzar esa y otras complicadas esquinas).
Ni que decir en cuanto a los sistemas informáticos en algunas dependencias municipales y/o provinciales. Solo por mencionar una de ellas, como es el caso de la solicitud de informes o certificados de dominio por parte de los Escribanos u otros profesionales habilitados para ello. Cuando la propiedad sobre la cual se solicita el informe esta en el Registro de la Propiedad Inmueble de Bariloche, los mismos tardan en ser emitidos por el organismo alrededor de 15 a 20 días hábiles (¡), pero “agarrate catalina” cuando aun están en Viedma, porque entonces el tiempo se estira a los 40 días promedio, o más aún. El tema es que este servicio debería estar totalmente informatizado, y los autorizados a solicitar dichos informes deberían poder hacerlo por Internet mediante una clave y obtenerlos al instante. Pero no, seguimos en Río Negro, en ese y otros sentido, como en la “época de la carretas”.¿Que no se puede?. Pregúntele a Abad (titular de la AFIP) lo que no se puede hacer por Internet… Si es para recaudar, no hay duda que todo se puede. Y en el caso señalado también se podría, pero parece que los científicos expertos en informática que trabajan en las mismas empresas del estado rionegrino, no quieren, no pueden, no saben y agrego “o no los dejan”, aplicar sus conocimientos para la comodidad de las gentes. Las eternas contradicciones de Bariloche. Podemos controlar a través de una computadora desde un auto estacionado hasta un satélite orbitando la tierra, pero no podemos emitir un certificado al toque.
¿Es que el municipio o el gobierno provincial no llaman a los técnicos barilochenses para que le ayuden a resolver sus problemas, que en definitiva son sus propios problemas? Parece que no. Y si lo hacen y no son atendidos sus requerimientos, deberían hacerlo público. Es que, se sabe, somos medios pesados los ciudadanos, y desde 1810 que nos encaprichamos en “saber de que se trata…”
Como puede ser que en Bariloche se construyan satélites como la generación de los SAC, o podamos dotar de un reactor nuclear a Australia y no podamos resolver problemas mínimos como construcción de estacionamientos con alta tecnología, semáforos sincronizados, elementos para la salud, informatización total de municipios y organismos provinciales, etc, etc, etc?. Se construyen en Bariloche equipos de radioterapia y los barilochenses que lo necesitan, deben ir a realizarse dichas aplicaciones a otro punto del país. Muy loco, demasiado loco para mi gusto.
Como se dice ahora, parece que no hubiera suficiente “devolución” por parte de organismos, instituciones y empresas de tecnología a nuestra ciudad. O tal vez, los políticos, que miran a Bariloche desde su pedestal y no sufren los problemas de la mayoría de los ciudadanos, con su soberbia a cuestas no se permiten solicitar “una mano” a tal fantástico acceso tecnológico que tienen a su alcance.
Eso si, cuando hay un accidente, se cae una silla en el Co. Catedral o similar, ahí si llamamos inmediatamente a los peritos del Centro Atómico para que verifiquen y deduzcan que pasó. Siempre después, nunca antes.
Algo sucede en Bariloche en este aspecto. No se bien que, pero algo pasa. No puedo dejar de mencionar que, efectivamente, existen dos aplicaciones de la más alta tecnología en el municipio por un lado y en el Gobierno Provincial por el otro y seria injusto de mi parte no mencionarlas. La primera, la municipal, fue la que plantó caprichosamente el estacionamiento medido en nuestras calles…Ahí si, un sistema perfecto para saber si le debemos un par de pesitos a Altec y secuestrarnos nuestro auto. Funciona bárbaro. El otro, es el que instaló la provincia para la timba, como la quiniela, el loto, el quini, y cuanto jueguito de azar exista. Ahí también la tecnología se volcó “al pueblo”. Prácticamente a cualquier hora y en cualquier lugar, con las maquinitas móviles, podemos jugar, jugar y jugar. Todo es rápido y “on line”, no como los certificados e informes de dominio. Para timbear parece que todo funciona expeditivamente y muy bien. Eso si, después tenemos que ver a concejales y funcionarios rasgándose las vestiduras por el horario del Casino (otra entidad que, no obstante privada, tiene la “tecnología de punta siempre lista”), y sin embargo, esos burócratas no son capaces de limitar la propia oferta oficial que alienta la ludopatía, a la cual –se supone- quieren combatir. Timba y Estacionamiento, la tecnología de punta que se aplica en la Provincia y en Bariloche Para el resto, para lo importante, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, poco y nada. ¿Por qué será?
Humildemente me pregunto, ¿No debería existir en el municipio, al menos, un “departamento” o “secretaria” tecnológica conformada por miembros de las empresas e institutos mencionados y que desde ahí puedan volcar toda su experiencia y conocimiento a las necesidades puntuales de nuestra ciudad? ¿Es tan loco lo que planteo? ¿Tan imposible? Mmm… parece que si
Pocos saben que en el predio que ocupa el Instituto Balseiro, existe un retoño del mismo árbol bajo el cual Newton recibió el “manzanazo” que cambio la física de su época. Esperemos que de la misma forma, a los políticos barilochenses se les “caiga” una idea y recurran a los herederos del gran físico que viven en Bariloche y entre todos, puedan resolver los graves problemas que adolece nuestra Ciudad.

Ricardo Lopez Rende

viernes, 16 de noviembre de 2007

La ciudad de la furia

Buenos Aires: La ciudad de la furia.
Cada vez que viajo a Buenos Aires, (capital o gran BA), trato de prepararme mentalmente para sufrir todo tipo de agresión verbal y sonora. Bocinazos a penas el semáforo contrario se pone en amarillo, puteadas de toda índole, lenguaje gestual de libre interpretación para quien lo recibe, y una catarata sin fin del especial trato con los que –no todos claro, pero si la mayoría- los porteños y bonaerenses del conurbano nos reciben a quienes llegamos del interior del país.
Pero esta vez, fue el colmo. Solo por el nerviosismo y amargura del momento, no tomamos-lamentablemente- el número de patente, pero igual con los datos que ofrezco, puedo alertar al resto de los automovilistas que circulen por la AVda Maipú a la altura de Vicente López, que tengan mucho cuidado.
Allí, pare con mi auto en un semáforo que permite girar a la izquierda. Es evidente que al loco de turno no le gusto donde pare. Se apeó a mi auto, me hizo un clásico gesto virtual más algunos improperios y, para no empezar a enloquecerme, lo invite a que pase primero, si es eso lo que buscaba. Pero parece que no. Apenas giró a la izquierda en la Avda Maipú , me frenó el auto delante del mío, se bajó y me comenzó a amenazar de muerte, tratándome de “pajeruano” (mi auto lleva en la patente mi procedencia y es evidente que la vio), de “animal” y por supuesto me barajó todos los insultos habidos y por haber recordando a toda mi familia, desde mis lejanos ancestros hasta mis descendientes… No baje, no reaccioné, no le hablé, porque son hubiese terminado en una batalla campal. Iba acompañado de mi esposa e hijo y todo hubiera terminado en una tragedia. No lo dudo. Así que pensé que mejor era pasar por un cobarde o algo similar, cosas que por supuesto la bestia de turno me imputó. Como no reaccioné comenzó a golpear el vidrio de mi auto. Ahí me tuve que contener en serio y gracias a Dios, decidió subirse a su auto y escapar con el mismo. En el trayecto mientras se alejaba continuaba haciendo gestos manuales. Todo un animal, el joven.
Datos: Es joven, unos 30 años, barba candado, pelo castaño claro. Circula en un VW Polo, color rojo, con un pequeño golpe en sector trasero izquierdo del mismo. Y parece que se enoja fácilmente. ¿Será el increíble Hulk de cabotaje?