miércoles, 10 de enero de 2007

Las garantias de los propietarios...

En la Argentina post - default y post - crisis 2001, no hay duda que en el ámbito inmobiliario las cosas cambiaron. Muchas, reconozco, para bien. Se vende más, se construye más, la construcción es una extraordinaria generadora de puestos de trabajos directos e indirectos y los argentinos aprendimos -a los golpes, claro- que la platita esta mejor invertida en ladrillos que dejarla en los bancos o en casa. En los bancos nos la sustraen "legalmente", en casa, a punta de pistola. Por el momento -suponemos- ningun iluminado de Balcarce 50, se sentará en el silloncito rivadaviano y se le ocurrirá decir que las propiedades ya no son mas nuestras sino del estado. Y digo "suponemos" por que ya lo hicieron con nuestro dinero (tres veces en 20 años), y el dinero, se sabe, es un bien, tanto o mas que nuestros departamentitos, casitas y lotecitos.
Pero volviendo a lo anterior, el crecimiento inmobiliario tambien trajo aparejado algunos efectos negativos o -como se dice ahora- "colaterales".
Es la gran escasez de unidades para alquilar. Muchos argentinos aun deben alquilar para vivir en una vivienda digna, o mas o menos.
Pero a la hora de alquilar, no solo deben luchar y aguantarse a pies juntillas los precios desorbitados de los alquileres (la famosa ecuación "oferta y demanda", se sabe), sino también debe soportar los efectos de una ley que bien merece ser incluida en las famosas leyes de Murphi: "Las neuronas de los propietarios son inversamente proporcionales a la cantidad de ladrillos que poseen", o bien su correlato: "A mayor cantidad de ladrillos, menor cantidad de neuronas". Porque la verdad, amigo, que hay cada propietario ignorante que Dios me libre. ¿Porque digo esto? Por el tema garantias.
Mire, Ud y yo, como muchisimos argentinos que vivimos en el interior del pais, pasamos por el momento en que nuestros hijos adolescentes emigran a la Capital o a algun otra ciudad importante a seguir con la carrera universitaria elegida. Entonces, en ese primer viaje, en que acompañamos a un "nene" o a una "nenita", que le eseñamos lo que es un colectivo o un subte y como se viaja en él, que le mostramos como es Buenos Aires para "vivir" y no para "pasear" o "ir de shoping",en ese momento, tambien intentamos alquilar el departamentito para que vivan en el, solos o acompañados. Ya se sabe, para la gente del interior, nuestro radio de acción -en general- se circunscribe a Barrio Norte, Recoleta, Palermo, Centro, Facultad de Medicina o algun barrio aledaño pero no mucho mas lejos. Buscamos seguridad, medios de locomoción variados, que la boca del subte empalme -de ser posible- con la entrada al edificio... etc.etc.
Llega entonces el momento de alquilar. Ud, por supuesto, tiene garantias de su lugar de origen. Es lo normal. Pero ¿que sucede cuando las presenta?. El animal que lo atiende, le dice que NO, que solo acepta como garantia, propiedades ubicadas en la Capital Federal y de parientes cercanos!.
Recuperado del shock Ud alcanza a balbucearle a la bestia que enfrenta, que si Ud o un pariente cercano tuviese una vivienda en esos barrios, no estaria alquilando, o intentándolo al menos... Obvio no?
NO importa, impertérrito el propietario (o muchas veces el intermediario), ya le agita la mano para que se retire y que "pase el que sigue"...
Ud no va a dejar a su "bebe" en la calle, entonces hurgando y hurgano, recuerda que la tia abuela tenia un departamento en Villa Lugano. Vuelve contento como chico con zapatos nuevos al descerebrado que lo atendió y agitando la escritura del departamento le dice "ya esta, ya esta... tengo la garantia que busca"...
El animal lo lee, (porque la neurona lectora todavia le funciona, vaya a saber porque misteriosas leyes de la biologia), y le dice muy sueltito de cuerpo. "No va a andar...este barrio no me gusta, quiero algo mas centrico!"...
La hipertención aumento a 17/12, el ritmo cardiaco llegó a los 140 minimamente, sus ojos comienzan a desorbitarse y antes de acogotar a la bestia que le respondió semejante animalada, da media vuelta y se aleja puteando en Arameo antiguo.
Esto que relato es asi. Tal cual. No se si le paso a Ud, pero a mi si. Doy Fe.
Lo que más duele, es que el ignorante lleno de ladrillos que tiene la vivienda para alquilar, piensa que despues de todo el sacrificio que supone tener a un hijo estudiando en Buenos Aires, lo primero que va a dejar de pagar es el alquiler y en dos o tres meses dejará en la calle a su "bebe".
Se pregunta ¿es que nadie le explicó al escaso de neuronas y abundante de ladrillos, que se pueden aceptar perfectamente como garantía, a propiedades ubicadas en otras provincias y que la única precaución que hay que tener es que en el contrato de alquiler las partes "renuncien a cualquier otro fuero o jurisdicción que no sea el de la Capital Federal" (evitando asi iniciar una demanda en extraña jurisdicción) y solicitar los correspondientes certificado de dominio y de inhibicion de la garantia propuesta?. Pues no lo saben, no lo entienden y tampoco nadie se los explica. Por ahi, si los intermediarios se lo explicaran, en una de esas lo entenderian...
Entonces Ud queda en un estado catatónico sin saber bien que hacer. O mejor dicho si. Termina pagando 6 o 12 meses adelantado al ladrillero. Y pagando todas las indexaciones que le pida y que la ley de alquileres prohibe. Y pagando todas las expensas comunes, ordinarias, extraordinarias y las que estan por venir y que tampoco le corresponde y en muchos casos termina pagando el impuesto inmobiliario que tampoco le corresponde. Porque los ignorantes saben, que de alguna forma tienen de rehenes a nuestros hijos y que "el padre siempre afloja". Saben en definitiva, que ningún padre dejará a su hijo en la calle y a la buena de Dios. Pero se hacen bien los boludos con el tema garantia y de alguna forma deslizan que Ud -seguramente- no va a pagar el alquiler en donde viviran lo mas aprecidado de su vida: sus hijos.
Acordemos tambien que aqui hay una gran ausencia del estado. ¿Y donde está la política habitacional? Porque facilitar el alquiler de personas de la clase media que no pueden adquirir un departamento en Buenos Aires,(o en cualquier localidad del país), es tambien una forma de ocuparse de la vivienda de "todos" los argentinos.
Porque en nuestro bendito pais, los ricos y los pobres tienen vivienda. Y no esta mal, por supuesto. Pero alguien alguna vez se tendrán que acordar de la mayoria silenciosa, que votamos obedientemente y no tenemos viviendas o garantias propias: la famosa clase media. Media hecha pelota diria yo.
Creo que alguien deber meter mano en el asunto, sino -quienes debemos alquilar-, seguiremos librados a la "divina voluntad" de los acumuladores de ladrillos y faltos total de sentido comun.
¡Dios nos libre!