viernes, 16 de noviembre de 2007

La ciudad de la furia

Buenos Aires: La ciudad de la furia.
Cada vez que viajo a Buenos Aires, (capital o gran BA), trato de prepararme mentalmente para sufrir todo tipo de agresión verbal y sonora. Bocinazos a penas el semáforo contrario se pone en amarillo, puteadas de toda índole, lenguaje gestual de libre interpretación para quien lo recibe, y una catarata sin fin del especial trato con los que –no todos claro, pero si la mayoría- los porteños y bonaerenses del conurbano nos reciben a quienes llegamos del interior del país.
Pero esta vez, fue el colmo. Solo por el nerviosismo y amargura del momento, no tomamos-lamentablemente- el número de patente, pero igual con los datos que ofrezco, puedo alertar al resto de los automovilistas que circulen por la AVda Maipú a la altura de Vicente López, que tengan mucho cuidado.
Allí, pare con mi auto en un semáforo que permite girar a la izquierda. Es evidente que al loco de turno no le gusto donde pare. Se apeó a mi auto, me hizo un clásico gesto virtual más algunos improperios y, para no empezar a enloquecerme, lo invite a que pase primero, si es eso lo que buscaba. Pero parece que no. Apenas giró a la izquierda en la Avda Maipú , me frenó el auto delante del mío, se bajó y me comenzó a amenazar de muerte, tratándome de “pajeruano” (mi auto lleva en la patente mi procedencia y es evidente que la vio), de “animal” y por supuesto me barajó todos los insultos habidos y por haber recordando a toda mi familia, desde mis lejanos ancestros hasta mis descendientes… No baje, no reaccioné, no le hablé, porque son hubiese terminado en una batalla campal. Iba acompañado de mi esposa e hijo y todo hubiera terminado en una tragedia. No lo dudo. Así que pensé que mejor era pasar por un cobarde o algo similar, cosas que por supuesto la bestia de turno me imputó. Como no reaccioné comenzó a golpear el vidrio de mi auto. Ahí me tuve que contener en serio y gracias a Dios, decidió subirse a su auto y escapar con el mismo. En el trayecto mientras se alejaba continuaba haciendo gestos manuales. Todo un animal, el joven.
Datos: Es joven, unos 30 años, barba candado, pelo castaño claro. Circula en un VW Polo, color rojo, con un pequeño golpe en sector trasero izquierdo del mismo. Y parece que se enoja fácilmente. ¿Será el increíble Hulk de cabotaje?

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